19 de diciembre de 2008

Falsa Inocencia


Aun puedo recordar el brillo de la ira en tus ojos,
Saboreando victoria al tomar mi mano, 
sintiendo el poder sobre mi.

Recuerdo tu ambicion que crecia cada dia, 
Sin piedad ante mi,
Bajo la mascara de la inocencia.

Pero tu juego llego a su final,
Ningun error sera perdonado.
Acaba este juego que no has ganado.



By Dark Princess

16 de diciembre de 2008

Bresso - Lacrimosa

Mi último cigarro se pega a mi pulmón,
Mis palabras tiemblan contra ti
Llenas de esperanza y temor,
Aquí sentado, cuan purificado me ves.
Sin amor - vacío y enfermo,
Desangrado - totalmente agotado,
Sin embargo tu amor corre por mis venas,
No estoy muerto,  no,  no estoy muerto,
Escucho aún tu voz hablarme,
Aún siento tus labios sobre mi piel.
Aún tu luz brilla en mí,
Aún te amo,
Aún quiero conocerte,
Quiero acercarme a tu alma,
Quiero perderme completamente en tí,
Toda tu belleza, todo tu brillo,
El castigo por amarte, el castigo de mi amor.
Y ahora te pregunto ¿dónde estas?
¿Dónde estás ahora?
La esperanza se aplasta en mi piel
La duda se encierra en mi corazón
Siento amor en mi interior
Mentiras y fuertes palabras escucho de ti
El reloj de mi vida - destruido
El recuerdo condena
Y te amé
aún escucho tu voz que me llama
Aún siento tus labios sobre mi piel
Aún brilla tu luz en mí
Aún te amo
Regresa por favor
Por favor...






Lo bueno es que nunca lo sabras...

La Historia de Psique.

Ya casi nadie frecuentaba el templo de Afrodita (Venus), para rendir culto a su divina belleza. Y mientras su templo se convertía en ruinas, de todas partes llegaban a la ciudad peregrinos para admirar la hermosura de una simple mortal: la princesa Psique.
Menospreciada, la Diosa pide a su hijo Cupido (Eros), el Dios del amor, que use sus encantadas saetas y haga que Psique se enamore del ser más despreciable del mundo. Eros parte a cumplir la misión, pero al verla, el Dios queda deslumbrado por la belleza de la mortal y como si hubiera sido traspasado por una de sus propias flechas, cae enamorado de la joven. 

Enamorado, oculta a su madre la verdad y la convence de haber cumplido su trabajo y al mismo tiempo hace que la mortal sea inalcanzable a los amores terrenos. Contemplada por miles, pero inalcanzable, los peregrinos eligen a las hermanas de Psique que logran casarse con reyes. Ella entre tanto permanece sola. Los padres de la joven, preocupados, acuden al oráculo de Apolo que, complotado con Eros, ordenó a los padres que la llevaran a lo alto de determinada colina, vestida de ropas nupciales y allí una serpiente alada, más poderosa que los propios dioses, iría a convertirla en su mujer. Los padres horrorizados, no podían sino cumplir con el oráculo y siguen sus pasos. Aterrada, la joven espera su terrible destino y llegada la noche, protegido por la oscuridad, Eros se aproxima a ella, quien no puede ver su rostro. Sin embargo ya no la aflige temor alguno, alejado por las palabras apasionadas y las ardientes caricias que el Dios le dedica.

Durante largo tiempo la joven Psique se entregó al amante velado que la amaba todas las noches y era feliz. Eros una noche le advirtió que se precaviese contra la desgracia que sus hermanas le podrían acarrear, revelándole que ellas permanecían junto a la colina donde había sido dejada y la lloraban. Pero Psique no debía dejarse conmover por sus lágrimas y permanecer oculta de ellas y por otro lado jamás intentar ver el rostro de su marido. Sin embargo, al saber del sufrimiento de sus hermanas convenció a su marido que las dejase ver. Este, advirtiéndole que Psique estaba reanudando lazos terrenales y labrando su propio sufrimiento, consintió al pedido, pidiendo que cumpla con su promesa de no ver su rostro.
Ante el feliz reencuentro y las preguntas de las hermanas sobre su marido, Psique respondía tan solo que el dueño de ese encantador castillo era joven y bello. Pronto el sentimiento de las hermanas fue cambiando y de la felicidad del reencuentro se encontraron con la envidia de la felicidad de su hermana, y la envidia, se sabe, no es buena consejera. Astutamente hicieron que la duda se adueñara del corazón de Psique : "Como puedes estar segura de que no se trata del monstruo del oráculo de Apolo y que realmente pretende asesinarte?"

Esa noche, luego de entregarse nuevamente a su pasional marido, espera que este se duerma y con una lámpara ilumina el rostro de aquel. Sin embargo queda deslumbrada: su esposo no es el terrible monstruo del Oráculo, por el contrario es el ser mas maravilloso que ha podido existir jamás¡¡¡ Emocionada y arrepentida cae de rodillas derramando por accidente una gota del aceite caliente de la lámpara que despierta al marido. Este se da cuenta de lo sucedido y con profunda tristeza, y sin decir palabra alguna, se retira. Psique intenta alcanzarlo durante toda la noche. Pero es inútil. Solo oye una voz a lo lejos que le reprocha tristemente: "el Amor no puede vivir sin confianza"